“¡Seguro que fue idea de él!”. “¿Estas alforjas son las que Ale te recomendó?”. “¿Desde que estás con él vas en bici?”. “¿Y tú sabes dónde está el pedalier?”
Comentarios y preguntas que constantemente oigo. Comentarios sin mala intención, aunque a la práctica seguimos normalizando y reproduciendo. ¿Parecería estúpido si las preguntas fueran al revés y se las preguntaran a él respecto a mí? Seguramente sí.
¿Quién me/nos han hecho estas preguntas? Personas como tú y como yo, personas de cualquier ámbito, espacio social, profesión…
Lo curioso es que estoy tan acostumbrada a este tipo de comentarios que mi respuesta normalmente es justificarme. Dar explicaciones. Demostrar que yo también hacía cosas, que yo decía cosas y pensaba cosas antes que él existiera en mi vida. Lo curioso es que tengo normalizadas este tipo de preguntas, ni me sorprenden, al menos hasta día de hoy, quizá a partir de escribirlo y reflexionarlo, mi conciencia me permite ser más rápida al detectarlas.
Cuánto de acostumbradas estamos nosotras de justificarnos, de explicarnos, de porqué un no es un no, o porqué hice lo que hice, o sí: tenía vida antes de él.
Nos llama la atención que nuestro primer post en este blog sea una reflexión sobre roles de género. Queríamos compartir estas experiencias que nos están pasando incluso antes de empezar a pedalear.
Que sepáis que la vida transcurre paralelamente en todos los sitios del mundo, así por ejemplo las Estherliscias están empezando a brotar junto a la Flor artificial que me pusisteis para alegrarme la vida ;-) incluso el naranjo que me regalasteis ha vuelto a brotar. Qué bonita que es la vida si la sabemos apreciar ❤️